Lo que está ocurriendo con la banca es lo más parecido a una
fiesta, final de curso, de instituto de enseñanza. En este caso los que sirven
las bebidas, barra libre, son los padres
y los profesores. Cuando todos los jóvenes están ebrios, los responsables se
quedan muy sorprendidos del resultado pero ya es demasiado tarde.
Como siempre hay,
buenos y malos bebedores. España, Italia, Irlanda, Portugal y Grecia forman
parte del club de los malos bebedores. Mientras que el resto de países de la UE
se comportan mejor. Pero ojo, todos estábamos en esta fiesta y todos tenemos
mayor o menor culpa y por supuesto responsabilidad.
Todo esto me lleva a entender que los responsables de la
fiesta se han quitado del medio con el peor de los estilos y nadie quiere que
le señalen por la mala acción cometida y, menos de sus terribles consecuencias.
Solo nos queda la UE para resolver esta insospechada resaca.
¿Y qué pasa en la UE? pues que tiene de
todo menos unión. Nadie habla el mismo
idioma materno, nadie tiene la misma cultura y religión, en el más amplio de
los sentidos y, todos han aprobado un sistema financiero con una moneda única
pero sin un sistema fiscal que establezca las reglas del juego. En lo único que
estamos unidos, unos más y otros nada, es en vivir a espaldas de Dios bajo un laicismo
de los más recalcitrantes.
Hecha esta reflexión
no puedo por menos que adjuntaros otra cuyo autor (Ángel Suarez González), quiere explicarnios:
POR QUÉ ALEMANIA NIEGA A LOS PAISES
DEL SUR EL PAN Y LA SAL:
EL DINERO SIN
FUNDAMENTO.
A MODO DE RESUMEN
El pensamiento económico teutón se ha rendido al pensamiento
económico anglosajón y ahora Europa no sabe cómo salir del atolladero, lo que
constituye una desgracia para los Estados del Sur y una amenaza para la
supervivencia del euro, de la Unión Europea y de la solvencia de Alemania. Por
su trayectoria, el pensamiento económico anglosajón no es partidario de una
Política Económica con fundamento. Considera que, en un Estado de mínimos, la
mejor Política Económica es la que no existe. ¡Bastan los mercados libres y
auto-regulados para gobernar la economía!. Pero ninguna economía funciona sin
dinero y moneda, y gestionar el dinero y la moneda es pura política monetaria.
Así que el pensamiento neoliberal anglosajón se ve obligado a hacer política
monetaria sin un marco general de Política Económica. Y esa forma de actuar es
suicida. Es lo que está pasando con la zona euro y con España.
MANTRA. UNA MONEDA GLOBAL, UN BANCO CENTRAL GLOBAL, UN
GOBIERNO ECONOMICO GLOBAL.
1. Cuando en diciembre de 1995 once
Estados de la Unión Europea renunciaban a su moneda nacional para constituir el
euro, el Estado y la moneda determinantes de esa decisión fueron Alemania y el
marco. Nada se hubiera hecho si el marco no entra en la operación euro. Este es
el hecho principal a tener en cuenta en estos tiempos de incertidumbre sobre el
futuro del euro. Este hecho nos conduce al análisis de la relación del mundo
teutón con la moneda, una relación muy distinta de la del mundo anglosajón.
Profundizando en esa relación, en la manera como el Estado alemán entiende que
una moneda es y se hace fuerte y
respetable es como los europeos del Sur descubriremos que no estamos ante un
problema de austeridad para salvar el euro, sino ante un problema de austeridad
para evitar la creación de dinero sin fundamento y la insolvencia de Alemania.
Es la escasez de dinero y la negativa de Alemania a fabricarlo lo que trae de
la mano las políticas de ajuste y austeridad que nos están ahogando. ¿Y por qué
el Estado alemán les niega a los Estados del Sur de Europa el dinero que
necesitan para vivir?
2. Precisamente porque el dinero que
necesita el Sur hay que fabricarlo y fabricar dinero sin fundamento no va con
el pensamiento económico alemán. Pero mientras los Estados del Sur se quedan
sin dinero, los capitales acuden a refugiarse en el Estado alemán, donde nadan
en la abundancia de dinero. ¿No podría el Estado alemán prestar a los Estados
del Sur el dinero que le sobra en lugar de fabricarlo?. Podría pero ya no se
fía. El sistema financiero alemán prestó a griegos, portugueses, italianos y
españoles ingentes cantidades de dinero con fundamento, y Alemania acaba de
despertar de un mal sueño al descubrir que no se lo pueden devolver porque lo
convirtieron estúpidamente en dinero sin fundamento. Entonces el Estado alemán
se pone nervioso porque los Estados
deudores de la zona euro no pueden pagarle las deudas, y eso amenaza su
solvencia nacional. Nunca Alemania se hubiera imaginado en esta situación, porque
si los Estados del Sur no pueden pagar sus deudas, no habrá más remedio que
poner en marcha la máquina de hacer dinero, y fabricar dinero sin fundamento no
va con el pensamiento económico alemán.
3. ¿Pero qué es dinero sin fundamento?. Dinero
sin fundamento es el dinero anglosajón, dinero fabricado a demanda de la
especulación y del hiper-consumo a crédito. Es la demanda de dinero que J.M.
Keynes llama “motivo especulación” cuando analiza en su Teoría General los
incentivos para la liquidez. A los alemanes les aterroriza esta clase de dinero
porque los retrotrae a la década de 1920, cuando un sello de correos para
franquear un envío llegó a costar 10 millones de marcos y millones de
ciudadanos alemanes vieron cómo la inflación hacía desaparecer todos sus
ahorros financieros. Desde entonces Alemania ama el dinero con fundamento. Es
el dinero que está respaldado por el trabajo bien hecho, la innovación y la
producción de bienes y servicios así como por una balanza de pagos saneada y en
positivo. Es la demanda de dinero que Keynes llama “motivo negocios”. Un dinero
que basa su fortaleza en el valor de la producción y en las transacciones de la
actividad económica material. Pero esta crisis financiera está matando la
producción de bienes y servicios de los países del Sur de Europa y deteriorando
de modo irreversible sus balanzas de pagos, el santo y seña del pensamiento
económico alemán. Y matando el comercio entre Estados y debilitando las
balanzas de pagos, volvemos a la década de 1920. Para superar las crisis que
nos aflige los economistas deberían estudiar más Teoría General keynesiana y
pensamiento económico teutón, y menos Teoría General neoliberal y pensamiento
económico anglosajón.
4. Según la Teoría General neoliberal
los Estados que quieran una moneda fuerte tienen que producir mucho, producirlo
bien y vender al exterior más de lo que compran, es decir, estar en posición
vendedora. Alemania lo tiene claro. Los Estados del Sur no tanto. Por eso
Alemania afirma que, si es necesario, los griegos vendan sus Islas, los
portugueses vendan sus Vascos de Gama y los españoles vendan sus Quijotes. A la
gente del Sur estas propuestas nos parecen exabruptos fuera de lugar, pero es
el pensamiento de la Teoría General neoliberal. El gran problema es que esta
Teoría encierra un gran engaño. El engaño consiste en no decir que en el juego
de la moneda fuerte sólo puede haber un vencedor como demuestra la historia de
las guerras de divisas. Lo que un Estado vende es porque otro lo compra. Así
que si alguien vende más que compra (posición vendedora) es porque alguien
acepta comprar más que vende (posición compradora). La moneda fuerte de unos
necesita la moneda débil de otros. Para que todos disfrutáramos de una moneda
fuerte necesitaríamos el “marciano millonario” que comprara y almacenara en
Marte la mercancía de todos los Estados para todos pudieran tener una posición
vendedora frente al “marciano”. Pero el “marciano millonario” sólo existe en
nuestra imaginación.
5. Buscando la moneda fuerte es como la
Europa del euro está atrapada en el bucle del pensamiento económico alemán. Un
pensamiento que en todo caso considero sano para la economía. Es un pensamiento
que ama la economía real y huye de la economía especulativa. Es el pensamiento
que hizo de Alemania el primer Estado de Europa que en mayo de 2010 prohibió
comerciar en bolsa con operaciones a corto y especular con determinados
productos financieros. Una medida que irritó mucho al pensamiento económico
anglosajón de la Cyti y Wall Street. En agosto de 2011 esa prohibición se
extendió a Francia, España, Bélgica e Italia. Lamentablemente la prohibición
fue sólo temporal, y ese fue el gran error económico del tanden “Merkosy” y los
políticos europeos, un error que hace inútiles e ineficaces las políticas de
ajuste y austeridad que Europa impone a los Estados del Sur para evitar la
caída del euro y la insolvencia de Alemania. ¿Insolvente Alemania?. ¿Insolvente
el Estado de la balanza de pagos siempre positiva y en crecimiento?
6. Para desgracia de todos los
europeos, el pensamiento económico alemán que ha visto el riesgo que representa
para Alemania el comportamiento irresponsable de los Estados del Sur, no ha
visto el riesgo de insolvencia que representan los mercados financieros para
toda la zona euro, incluida la propia Alemania. Alemania está utilizando
peligrosamente una doble vara de medir. De una parte ha decidido ser inflexible
con los Estados del Sur e impulsar medidas de ajuste y austeridad en los mismos
para eliminar el riesgo de insolvencia. Este riesgo es cierto, ya que Alemania
ha prestado cientos de miles de millones de euros con fundamento económico a
Estados europeos que no pueden devolverlos por haberlos derrochado en
especulación y mala gestión. El diagnóstico es correcto y los políticos
alemanes son ya conocedores de este riesgo. Pero esos mismos políticos se han
acobardado ante el riesgo proveniente de los mercados financieros. Los mercados
financieros internacionales especulan cada día con miles de millones de euros
con fundamento, y mediante la especulación los transforman en miles de millones
de euros sin fundamento. Y el pensamiento económico alemán, al que aterrorizan
los euros sin fundamento, calla y otorga ante ese comportamiento irresponsable
de los mercados, mientras castiga con dureza a los ciudadanos de los Estados
del Sur de Europa. Estos han hecho durante unos pocos años lo mismo que hacen y
vienen haciendo los mercados financieros durante décadas. ¿Por qué Alemania
trata con dureza a los primeros y es blanda con los segundos?. ¿Quién puede
hacer ver a Alemania que esta doble vara de medir provocará la caída del euro y
la insolvencia de la propia Alemania?. ¿Insolvencia?.
7. Sí. Es la insolvencia que el
pensamiento económico alemán nunca imaginó para su Estado. Ellos trabajan duro
para evitar las insolvencias productivas. Saben de las insolvencias reales por
balanzas de pago deficitarias, pero lo ignoran casi todo de las insolvencias
financieras originadas por la especulación codiciosa y los créditos impagados.
Este tipo de insolvencias son la especialidad del pensamiento económico
anglosajón. Los países anglosajones siempre han resuelto las insolvencias
financieras poniendo a funcionar la máquina de hacer dinero sin fundamento. Es
lo que vienen haciendo en los últimos años Estados Unidos e Inglaterra para
salir de la crisis, pero fabricar dinero sin fundamento no va con el
pensamiento económico alemán. Algunos estudiosos de la economía
nacionalsocialista alemana sostiene que esta diferencia de pensamiento sobre el
dinero con y sin fundamento está en el origen de la gran guerra de 1939 y puede
estar en el origen de la siguiente. Una reflexión inquietante. ¿Tendrán razón?.
8. Lo cierto es que Alemania no está
libre de pecado en esta crisis, aunque quiere imponer toda la penitencia a los
Estados del Sur. La blandura del Estado alemán con los mercados financieros y
el sometimiento del pensamiento económico alemán al pensamiento económico
anglosajón viene de lejos. Los bancos alemanes prestaron dinero al Sur
utilizando las malas artes del pensamiento económico anglosajón: especulación e
hiper-consumo a crédito. La riada de dinero alemán contribuyó a inflar la
burbuja inmobiliaria española y la capacidad de compra griega. Los euros
alemanes pagaron la fiebre especuladora española y los bienes (armas incluidas)
que Grecia compró a Alemania. Los bancos alemanes no desconocían este riesgo,
pero habían decidido abandonar el pensamiento alemán del dinero con fundamento
para pasarse al pensamiento anglosajón del dinero sin fundamento. El primero se
retribuía al 5% anual. El segundo al 30% anual. No había color. Alemania
también se hizo codiciosa, y cuando ha llegado la crisis, quiere que la fiesta
la paguen sólo los Estados del Sur. El resultado es que de momento Europa se
está fracturando: De un lado están los Estados con balanzas de pago positivas y
acceso barato al dinero internacional (Alemania, Austria, Holanda, Finlandia
etc). Del otro están los Estados con balanzas de pago negativas y acceso caro al
dinero internacional (Italia, España, Grecia etc.). Y fracturar a Europa es la
condición necesaria, aunque no suficiente, para el enfrentamiento.
9. Si reflexionamos sobre estas ideas,
considero que entenderemos mejor por qué el Estado alemán nos niega el pan y la
sal y por qué Europa camina hacia atrás y recula como los cangrejos,
aterrorizada por el poder de los mercados financieros. Con España, Europa ha
gastado los últimos cartuchos de la Política Económica neoliberal, y si el
pensamiento económico no innova con cambios radicales, la caída de la Unión
Europea es la crónica de una muerta anunciada. De la crisis financiera de 2007
pasamos a la crisis de los presupuesto públicos de 2009, de la crisis de los
presupuestos públicos pasaremos a la crisis de las balanzas de pagos de 2012, y
de la crisis de las balanzas de pagos pasaremos a la guerra de divisas de 2014,
y de ahí… pasaremos al caos y la ruina. ¿Hay alguien con luces suficientes para
evitar esta tragedia griega?.
Madrid,12 de julio de
2012.
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