En toda Europa y muy especialmente en España, el
paro juvenil alcanza unos porcentajes alarmantes. En España hemos alcanzado la
cifra de 57,4 % de jóvenes menores de 25 años sin trabajo. En el conjunto de la
Unión Europea se mantiene en un 23,7 %, algo menos de la mitad de la cifra de
nuestros jóvenes.
No tengo la sensación de que este dato perturbe especialmente a nuestros responsables
políticos lo que considero muy grave. Los ministerios involucrados en esta
difícil situación, andan enredados en otro tipo de problemas ajenos a esta
lacra que amenaza en convertirnos, muy pronto, en un país subdesarrollado. Caso
de no prestar la máxima atención para encontrar una solución inmediata. Un país
que no apuesta por sus jóvenes es un país que no piensa en el futuro. La
inmediatez que anida en las mentes de nuestra clase política lo evidencia sin
ningún rubor poniendo de manifiesto una irresponsabilidad, incalificable. En la
mas reciente aparición en los medios del Presidente del Gobierno español, no ha
hecho ni la mas mínima mención a este grave problema y sin embargo, se ha dado
toda clase de baños de alago a la magnífica gestión realizada por todos el
gobierno bajo su batuta.
Es descorazonador oír decir a nuestros mandatarios
que en 2014 disminuirá el paro en general, actualmente enrocado en el 26,7%, a
niveles casi de estabilización. Esto supondría un descenso del 20%. Nadie en su
sano juicio apostaría por esa, más que imposible, reducción. Por supuesto,
ninguna mención al paro juvenil.
Cuando observamos los perfiles de empleo que más se
demandaran en 2014, ingeniero comercial, programador de java y diseñador textil
y en un segundo plano en el sector logístico se demandara sobre todo el perfil
de <key account manager>. Se mencionan en el informe de una conocida consultora
del sector otros perfiles también muy solicitados como: <market access>
en el sector sanitario; el de analista de riesgos crediticios en finanzas, el
<key account manager> en nuevas tecnologías en el sector de ventas y
marketing, el de ingeniero de planta en el área de ingeniería; el de
responsable de Business Inteligence en el sector de nuevas tecnologías, el de
retail manager en el sector <retail> y el de director de operaciones en
el área de logística.
Cuando leí este detallado informe pensé, ¿cuántos
de nuestros parados - jóvenes o adultos- podrían acceder a estas necesidades
laborales y tener la dicha de hacerse con un contrato, unos ingresos y una
determinada estabilidad laboral personal y familiar? Coincidirán conmigo que,
desgraciadamente, muy pocos. Mis queridos seguidor@s son suficientemente
inteligentes para darse cuenta de por don voy. Ni un mago podría conseguir
equilibrar las necesidades laborales con las habilidades existentes, hoy, en
nuestra sociedad laboral.
Todo hay que decirlo. En España existe el
equivocado convencimiento de que “papa estado” lo ha de resolver todo. Pero sí
es cierto que “papa estado” debería facilitar información suficiente para que los “hijos de papa
estado” tomasen sus decisiones de ¿cómo prepararse para encontrar un empleo
digno acorde con las necesidades actuales?
¿Sabemos que estamos condenados, queramos
o no, a desarrollarnos en la llamada Economía Global del Conocimiento?
¿Cuántos centros educativos se han vinculado a esta tendencia? ¿Cuántas
personas tienen conciencia de que nos encontramos ante un cambio radical en
nuestra forma de pensar? El trabajo del futuro es “ideas vs. Capacidades
físicas” Aplicaciones tecnológicas vs. Trasformación de materias primas o
explotación de mano de obra económica. Emerge un nuevo modelo de formación y
capacitación (aprendizaje constante en
todo el ciclo de vida) Se pasara del aprendizaje memorizado al creativo y
colaborativo, dentro de un proceso de mejora continua.
Todo este gran cambio solo se podrá lograr con el apoyo
de una plataforma de valores personales que nos permitan transitar del yo al
nosotros, superar la barrera del
nosotros y ellos, entre los de aquí y los de allá entre, ¿es de los nuestros o no? No hay
milagros, solo realidades. Nuestra solida formación personal será la única
fuerza que podrá trasladarnos a la realidad de un nuevo mundo económico que
está emergiendo en el que, afortunadamente, los “charlatanes” no tendrán el más
mínimo predicamento. Conste que no tengo personalmente nada contra ellos, solo
les responsabilizo del daño que están causando, con sus habilidosas dotes
comunicativas, a una juventud inmersa en una
crisis antropológica que ha conseguido negar la primacía del hombre en
favor de ficticios nuevos ídolos.
Uno de los líderes mundiales, difícilmente
cuestionado, lo consiguió gracias, entre otras muchas razones, al cariño, al
amor y a la dedicación que en todo momento de su pontificado, presto a la juventud. El futuro santo, Juan Pablo II, no solo instauro las Jornadas Mundiales de la Juventud, si no que las doto de la máxima atención para que
cada dos años, desde 1985 se celebrasen con rotundo éxito en varios países. Sus
dos sucesores las han continuado alimentando, reconociendo como la cosa más
importante que ha hecho la Iglesia después de su creación, hace de ello 2013
años. Por cierto, no existe en el mundo una organización tan longeva. En Sao
Paulo (Brasil) se celebro la XXX JMJ.
Soy muy consciente de que me la juego trayendo este
ejemplo y, aunque no tengo porque esconderme de mi vocación católica, lo hago
plenamente convencido de que aporto un claro ejemplo de mejores prácticas. En
buena parte, la Iglesia se sostiene de sus pilares básicos: testimonio, fuerza
y empuje de la juventud y la sabiduría de los mayores. ¡Cuánta fuerza, cuánta
vida, cuánto dinamismo al servicio de la humanidad! No reconocerlo es no
quererse enterar de la realidad. Ningún líder político ha tenido la iniciativa
de convocar masivamente a la juventud. Ni tan siquiera para engañarlos. ¿Qué
conclusiones podemos sacar? No les interesa, no lo consideran prioritario, no
se le ha ocurrido a ninguno. En cualquiera de los supuestos junto con otros
mucho que no es del caso citar, resulta preocupante observar que la juventud es
considerada como algo menor. Personalmente no me siento capaz de augurar cuanto
tiempo se tardara en reconocer que el modelo de gobierno actual, sea del color
que sea, dejara de ser lo que la sociedad necesita.
No habrá un
mundo mejor, nada cambiara en la vida social mientras no se dé preferencia a
los valores del espíritu humano.
La crisis mundial está haciendo daño a los jóvenes.
Hay un porcentaje muy alto sin trabajo. Corremos el riesgo de estar alimentando
una generación entera sin dignidad propia, es decir, sin el principio básico
del ser humano.
La genuina idea de Universidad es precisamente lo
que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano que vive
nuestra sociedad, haciendo que muchas veces la Universidad solo sirva para
formar profesionales, en lugar de ser "la casa donde se busca la verdad
propia de la persona humana. Ken Robinson llego a afirmar, “que las escuelas
matan la creatividad”. Juan Manuel de Prada: La única reforma que puede salvar
nuestra Universidad es que deje de ser receptáculo de anhelos personales y vuelva
a ser morada exigente del saber.
Muchas palabras resuenan en los oídos de los jóvenes y pocas respuestas encuentran a sus
preguntas. El momento que están viviendo les imponen algunas opciones
decisivas: la especialización en el estudio, la orientación en el trabajo, el
compromiso que deben asumir en la sociedad. La pregunta de fondo es “quién”:
hacia “quién” ir, a “quién” seguir, a “quién” confiar la propia vida.
Constituye una obligación de todos, especialmente
de los educadores, transmitir apoyo y comprensión a nuestros jóvenes, para que
tengan la oportunidad de descubrir y a la vez de programar, de elegir, de
prever y asumir como algo propio las primeras decisiones, que tendrán
relevancia para el futuro en la dimensión estrictamente personal de la
existencia humana.
Este «proyecto» requiere un determinado orden de
valores capaces de hacer brotar un ideal que mediante virtudes se transforme en
vocación y esta se convierte en
«proyecto», y el proyecto comienza a ser también vocación.
Este proceso debe ser la respuesta a las preguntas
que los jóvenes tiene todo el derecho de hacerse ¿Tiene la sociedad necesidad
de mí? ¿Es verdad que la sociedad espera
mi aporte? ¿Soy esperanza y futuro para la solución de muchos problemas
planteados?
Muchos jóvenes tienen «deseo de libertad». Pero
¿alguien les transmite lo que representa una autentica libertad? ¿Qué significa
ser libre? Significa saber usar la propia libertad en la verdad, ser
«verdaderamente» libres. Ser verdaderamente libres no significa en modo alguno
hacer todo aquello que me gusta o tengo ganas de hacer. Ser verdaderamente
libres significa ser hombre de conciencia recta, ser responsable, ser un hombre
«para los demás».
Los jóvenes
se preguntan ¿Por qué un progreso tan grande de la humanidad –que no puede
compararse con ninguna época anterior de la historia– en el campo de la ciencia
y de la técnica; por qué el progreso en el dominio de la materia por parte del
hombre se dirige en tantos aspectos contra el hombre? Justamente también se
preguntan, aun con miedo interior: ¿Es quizás irreversible este estado de
cosas? ¿Puede ser cambiado? ¿Podremos cambiarlo nosotros?
Ante el actual
fracaso de la sociedad, como tal,
solo cabe como respuesta, un SI
rotundo y valiente por parte de las nuevas generaciones.
Definitivamente tenemos que invertir más tiempo en el SER MEJORES SERES HUMANOS para poder reflejarlo en un MEJOR HACER Y CREAR!
ResponderEliminar"NUESTRO ACTUAR ES EL REFLEJO DE NUESTRO SER."