Dicen que la capacidad de procesamiento del iPhone 5, supera
la capacidad de procesamiento de los ordenadores que llevaron el hombre la
Luna. Para asombrarnos más nos dicen que la ley de Moore mide el incremento de procesamiento de los
ordenadores, o lo que sea, y que cada 18
meses se duplica. Eso quiere decir que en 2045 tendremos en un portátil una capacidad de operaciones por segundo
igual a la de todos los cerebros de la humanidad juntos. Observo
que este incremento, es inversamente proporcional a los resultados
que pese a todo se están dando en:
disminución de la pobreza, corrupción, tráfico de drogas, guerras, terrorismo, total,
un largo rosario de calamidades que lejos de disminuir aumentan posiblemente en
la misma proporción que la puñetera capacidad de procesamiento por segundo. http://youtu.be/IuiNKNta9BM
¿Qué están pensando
estos profetas que se ciegan con estos logros? Se está comprobando que no
sirven para tanto como nos habían hecho creer. Ahora este engañoso progreso
está fuera de control. Solo hay que oírles con el loco desempeño con el que cuentan sus aventuras. Un coche no pilotado ha
recorrido por las carreteras de EEUU más de un cuarto de millón de kilómetros. ¿Necesitamos de verdad un coche no pilotado? ¿Resolverá este invento alguno de los problemas
apuntados? Sinceramente creo que no. Resulta arriesgado innovar sin una
estrategia solidaria. Nos han
acostumbrado a enamorarnos de todo lo que las grandes organizaciones producen y
que vía marketing nos colocan, lo queramos o no. Nosotros somos los primeros en
aceptar estas reglas de juego, en el que, el bien común, no cuenta, siendo el
estabilizador más influyente para que tengamos una sociedad equilibrada.
A los gobiernos no les importa el paro, la pobreza, la
corrupción, la exclusión social, etc. todo esto son pamplinas para ellos, los
pobres, el hambre o el mismo deterioro medio ambiental no constituyen una
prioridad a la que dedicar tiempo, esfuerzo y recursos.
Dicen, que el miedo es uno de los elementos que más víctimas
se ha cobrado a lo largo de los tiempos. No me extraña, ¿Quién no ha sentido
miedo alguna vez? Pero no olvidemos que el deseo de ser el primero, llegar el
primero, ha frustrado al que no lo ha logrado, ha destruido cantidad de
voluntades en todos aquellos que no han resistido esa presión brutal que se
necesita para ser el mejor.
Es necesario y muy importante disminuir el nivel de
ambición. Es importante desaprender ciertos mitos que se ha demostrado, poco
recomendables, para equilibrar la sociedad. Recuperemos aquellos valores que
significan algo para nosotros y planteémonos una vida más lograda en la que
nuestra sensibilidad aparezca en aquellos escenarios en los que se necesita comida
en lugar de coches sin conductor, medicinas en lugar de capacidades de
procesamiento que jamás utilizaremos, calor humano en lugar de tantas “apps”
que idiotizan a nuestra juventud. Para esta patología, recomiendo el valor de
la HUMILDAD. Es un bálsamo para sobrevivir a este sin sentido que nos hemos
creado entre todos y, lo peor, sin darnos apenas cuenta.
Comentarios
Publicar un comentario