EL HOMBRE Y LA JUSTICIA
Reflexiones de su santidad JUAN PABLO II
La necesidad de saber ser JUSTOS implica la férrea voluntad de ser coherente con nuestras acciones personales.
Las palabras oídas tantas veces "no hay justicia en este mundo", quizá sea fruto de un simplísimo demasiado fácil. Si bien hay en ellas también un principio de verdad profunda.
La obligada colaboración del hombre en la justicia es necesaria para el encauzamiento de una sociedad estable. JdR
Detengámonos ahora en los hombres. Cristo nos ha dado el mandamiento del amor al prójimo. En este mandamiento esta comprendido todo cuanto se refiere a la justicia. Hasta el padre y la madre al amar a su hijo, deben ser justos con el. Si se tambalea la justicia, también el amor corre peligro.
Ser justo significa dar a cada uno cuanto le es debido. Esto se refiere a los bienes temporales de naturaleza material. El ejemplo mejor puede ser aquí la retribución y el llamado derecho al fruto del propio y de la propia tierra Pero al hombre se le debe también reputación, respeto, consideración, la fama que se ha merecido. Cuanto mas conocemos al hombre, tanto mas revela su personalidad, carácter inteligencia y corazón. se le debe también reputación. ¡ y tanto mas caemos en la cuenta y debemos caer en la cuenta - del criterio que debemos "medirlo" y que significa ser justo con el.
Por todo ello es necesario estar profundizando continuamente el conocimiento de la justicia. No es esta una ciencia teórica. Es virtud, es capacidad del espíritu humano, de la voluntad humana, incluso del corazón. Además, es necesario orar para ser justos y saber ser justos.
LA JUSTICIA es la piedra fundamental para la unidad de todas las personas: Servidores Públicos y Ciudadanos que, deberán responder de ella, tanto unos como los otros. La justicia debe ser renovada según las necesidades sociales de los países., atendiendo las consecuencias de los nuevos acontecimientos, sociales, tecnologicos y políticos.
No debe descuidarse la necesidad ni la rapidez que demandan los acontecimientos diarios de una sociedad cambiante. Si la JUSTICIA no destila seguridad y contundencia, pone en peligro el amor humano, tan necesario para disfrutar de una vida lograda.
Las democracias políticas dificultan el desarrollo de una sociedad desbordada por las diferencias parlamentarias que desgastan el fluir político en una disputa dialéctica, vacía de contenido, en donde el desprecio al contrincante se convierte en horas, días, semanas, meses sin frutos que defender a la ciudadanía, por otra parte, cada vez mas confusa y castigada
San Juan Pablo 2.
La Justicia es cosa de todos y no solo joderaf.blogspot.comde unos pocos (JdeR)
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